miércoles, 22 de junio de 2011

La Fisica del Viaje en el Tiempo por Michio Kaku traducción de Adela Kaufmann

En la novela de H.G. Wells, La Máquina del Tiempo, nuestro protagonista se metió en una silla especial con luces intermitentes, le dio vuelta a algunos diales, y se encontró catapultado varios cientos de miles de años en el futuro, donde Inglaterra ha desaparecido hace mucho tiempo y está ahora habitado por extrañas criaturas extrañas llamadas Morlocks y Eloi.



Eso puede haber hecho gran ficción, pero los físicos siempre se han mofado de la idea de viaje en el tiempo, considerándolo ser un reino de extravagancias, místicas, y charlatanes, y con buena razón.

Sin embargo, adelantos bastante notables en la gravedad quántum están reavivando la teoría; se ha vuelto ahora un justo juego para físicos teóricos que escriben en las páginas de la revista Physical Review magazine. Un obstinado problema con el viaje en el tiempo es que está enredado con varios tipos de paradojas. Por ejemplo, está la paradoja del hombre, sin padres, es decir, ¿que pasa cuándo usted regresa en el tiempo y mata a sus padres antes de que usted nazca? Pregunta: Si sus padres murieran antes de que usted naciera, entonces ¿cómo podría usted haber nacido para matarlos, en primer lugar?

También está la paradoja del hombre sin pasado. Por ejemplo, digamos que un joven inventor está intentando inútilmente construir una máquina del tiempo en su garaje. De repente, un hombre mayor aparece de la nada y le da al joven el secreto de construir una máquina del tiempo. El joven hombre se vuelve, entonces, enormemente rico jugando en la bolsa de valores, carreras, y eventos deportivos, porque conoce el futuro. Entonces, ya como hombre viejo, decide hacer su último viaje hacia atrás, al pasado, y darle el secreto del viaje en el tiempo a su joven yo. La pregunta: ¿de donde vino la idea de la máquina del tiempo?

También está la paradoja del hombre a quien su propia madre, (mis disculpas a Heinlein.) “Jane” es dejada en un orfanato como un expósito. Cuando “Jane” es una adolescente, ella se enamora de un vago que la abandona pero la deja embarazada. Entonces golpea el desastre. Ella casi muere dando a luz a una bebé, que es, entonces, secuestrada misteriosamente. Los doctores encuentran que Jane está sangrando mucho, pero, extrañamente, tiene ambos órganos sexuales. Así es que, para salvar su vida, los doctores convierten a “Jane” en “Jim”.

“Jim”, como consecuencia, se vuelve un vociferante borracho, hasta que conoce a un amistoso camarero (realmente un viajero en el tiempo disfrazado) quien lleva a “Jim” muy atrás al pasado. “Jim” conoce una bella adolescente, accidentalmente la embaraza con una bebé niña y sin sentir culpa alguna, la va a tirar al orfanato. Mas tarde, “Jim” se une al cuerpo de viajeros en el tiempo, lleva una vida distinguida, y tiene un último sueño: disfrazarse de camarero para conocer a cierto borracho llamado “Jim” en el pasado.



Pregunta: ¿quién es la madre, el padre, el hermano, la hermana, el abuelo, la abuela, y el nieto de “Jane”?

No es sorprendente que el viaje en el tiempo haya sido siempre considerado imposible. Después de todo, Newton creyó que tiempo era como una flecha; una vez disparada, vuela en línea recta, sin desviarse. Un segundo en la tierra era un segundo en Marte. Los relojes se esparcieron a lo largo del ritmo del universo a la misma proporción. Einstein nos dio un cuadro mucho más radical. Según Einstein, el tiempo era más como un río que serpentea alrededor de las estrellas y galaxias, acelerando y reduciendo la velocidad al pasar alrededor de cuerpos macizos. Un segundo en la tierra NO era un segundo en Marte. Los relojes se esparcieron a lo largo del ritmo del universo hacia su propio tambor distante.

Sin embargo, antes de morir Einstein, él se enfrentó con un embarazoso problema. ¡El vecino de Einstein en Princeton, Kurt Goedel, quizás el mayor lógico matemático de los últimos 500 años, encontró una nueva solución a las propias ecuaciones de Einstein que permitieron el viaje en el tiempo! El “el río del tiempo” ahora tenía vórtices, en los cuales el tiempo podría envolverse en un círculo. La solución de Goedel era bastante ingeniosa: postuló un universo lleno de un fluido rotante. Cualquiera caminando a lo largo de la dirección de rotación se encontrarían de nuevo en el punto de partida, ¡pero hacia atrás en el tiempo!

En sus memorias, Einstein escribió que estaba perturbado que sus ecuaciones contenían soluciones que permitían el viaje en el tiempo. Pero él finalmente concluyó: el universo no rota, él se ex-pande (es decir, como en la teoría del Big Bang) y la solución de Goedel podría botarse por “razones físicas.” (Aparentemente, si el Big Bang estuviera rotando, entonces… ¡sería posible el viaje en el tiempo a lo largo del universo!)

Luego, en 1963, Roy Kerr, un matemático de Nueva Zelanda, encontró una solución a las ecuaciones de Einstein para un agujero negro rotante que tenía propiedades bizarras. El agujero negro no colapsaría en un punto (como previamente se pensaba) sino en un anillo que da vueltas (de neutrones). El anillo estaría circulando tan rápidamente que la fuerza centrífuga impediría que colapsara el anillo bajo la gravedad. El anillo, a su vez, actúa como el Lente para ver de Alicia en el País de las Maravillas.



Cualquiera atravesando el anillo no se moriría, sino que podría atravesar el anillo hacia un universo alterno. Desde entonces, cientos de otras soluciones de “agujeros de gusano” han sido encontradas, a las ecuaciones de Einstein. Estos agujeros de lombriz no sólo conectan dos regiones del espacio, (de aquí el nombre) pero a la vez, también dos regiones de tiempo. En principio, pueden ser usados como máquinas del tiempo.

Recientemente, intentos de agregar la teoría quantum a la gravedad (y de allí crear una “teoría del todo”) nos ha dado alguna visión al problema de la paradoja. En la teoría quantum, nosotros podemos tener múltiples estados de cualquier objeto. Por ejemplo, un electrón puede existir simultáneamente en diferentes órbitas (un hecho que es responsable para darnos las leyes de la química). Semejante al famoso gato de Schrodinger que puede existir simultáneamente en dos posibles estados: muerto y vivo.

Así, remontándonos en el tiempo y alterando el pasado, creamos meramente un universo paralelo. Así pues, cambiamos el pasado de ALGUIEN MÁS, digamos, salvando a Abraham Lincoln de ser asesinado en el Teatro Ford, pero nuestro Lincoln estaría todavía muerto. De esta manera, el río del tiempo se bifurca en dos ríos separados. Pero significa esto que nosotros podríamos ser capaces de saltar en la máquina de H.G. Wells, darle vuelta a un dial, y remontarnos varios cientos de miles de años hacia el futuro de Inglaterra? No. Hay un número de barreras difíciles que superar.

Primero, el principal problema es de energía. Del mismo modo que un automóvil necesita gasolina, una máquina del tiempo necesita tener fabulosas cantidades de energía. Uno puede, o atrapar el poder de una estrella, o encontrar algo llamado materia “exótica” (que se cae hacia arriba, en vez de hacia abajo), o encuentra una fuente de energía negativa.

(Los físicos alguna vez pensaron que la energía negativa era imposible. Pero diminutas cantidades de energía negativa han sido experimentalmente verificadas para algo llamado efecto Casimir, es decir la energía creada por dos placas paralelas).

¡Todo esto es sumamente difícil de obtener en grandes cantidades, por lo menos durante varios siglos más!

Luego está el problema de estabilidad. Por ejemplo, el agujero negro Kerr puede ser inestable si uno cae a través de el. Similarmente, los efectos quantum pueden construir y destruir el agujero de gusano antes de que se pueda entrar en él. Desafortunadamente, nuestras matemáticas no son lo suficientemente poderosas para contestar la pregunta de estabilidad, porque se necesita una “teoría del todo” que combina fuerzas quantum y gravedad.



En la actualidad, la teoría de Super Cuerdas es la candidata principal para tal teoría (de hecho, es la ÚNICA candidata; realmente no tiene absolutamente ningún rival). Pero teoría de la super cuerda que es mi especialidad, es todavía difícil de resolver completamente. La teoría está bien-definida, pero nadie en la tierra es lo suficientemente listo para resolverlo.

Es interesante que Stephen Hawking alguna vez se opuso a la idea del viaje en el tiempo. Él, incluso afirmó que él tenía evidencia “empírica” en contra de él. Si el viaje en el tiempo existiera, dijo, entonces nosotros habríamos sido visitados por turistas del futuro. Puesto que no vemos a ningún turista del futuro, entonces: el viaje en el tiempo no es posible. Debido a la enorme cantidad de trabajo hecha por los físicos teóricos en los últimos 5 años o así, Hawking ha cambiado de parecer, y ahora cree que el viaje en el tiempo es posible (aunque no necesariamente práctico).

(Además, quizás nosotros simplemente no somos muy interesantes para estos turistas del futuro. Cualquiera que pueda atrapar el poder de una estrella consideraría que somos muy primitivos. Imagine a sus amigos atravesando una colina de hormigas. ¿Ellos se agacharían donde las hormigas para darles bebidas, libros, medicina o poder? O algunos de sus amigos tendrían la extraña urgencia de pararse en algunas de ellas?)

En conclusión, no rechace a alguien que golpee a su puerta un día y exija ser su futuro tatara- tatara nieto.

Puede tener razón...

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